El reparto de productos con drones aún no está ni mucho menos maduro, pero Amazon ya hace por protegerse contra posibles ataques. Así lo revela una nueva patente que se le ha concedido a la compañía de Jeff Bezos. El nombre de esta lo deja claro: ‘ Hostile takeover avoidance of unmanned vehicles‘ (evitar la toma de control hostil de vehículos no tripulados).

En el documento de la patente, Amazon prevé que algunos atacantes tengan el objetivo de tomar el control de los drones de reparto. Sus propósitos, sobre los que se especula en el texto, podrían ser el robo o estrellar el dispositivo. En cualquier caso, la viabilidad de un ataque de este tipo está fuera de toda duda.

Es posible hackear las señales de comunicación que se envían desde un controlador al dron o desde este al primero. Y, como indica Amazon, este tipo de ataque provocaría que las aeronaves no tripuladas no operen de forma segura. Además, podrían causar un perjuicio económico importante.

Por eso en Amazon han diseñado un sistema para prevenir el secuestro de estos futuros drones. Cada pocos segundos el dron recibirá una señal , una especie de latido, procedente del controlador de la aeronave. Será el seguro que garantice que la comunicación sigue en pie. Si el dispositivo deja de recibir este pulso automáticamente entrará en modo seguro.

En modo seguro los drones de Amazon solo podrán llevar a cabo una o más acciones preprogramadas. Todas ellas se orientan a restablecer de nuevo la comunicación con el controlador o a aterrizar el dispositivo en un lugar seguro.

Seguridad para los drones de reparto

Las medidas de protección para drones no son nuevas. Pero aún queda un largo camino por recorrer en este ámbito. Después de todo, cuando surge una categoría nueva de electrónica inteligente habitualmente no se le presta mucha atención a la seguridad. Ocurrió con los smartphones, donde Android empezó siendo un coladero. Ha pasado con Internet de las cosas, donde los dispositivos aún tienen que mejorar en este aspecto.

Y con los drones ocurre igual. No en vano se consideran, en muchas ocasiones, como una subcategoría dentro de Internet de las cosas. En todo caso, los fabricantes tienden a priorizar la funcionalidad , después se esfuerzan en reducir el coste. Y, más adelante, afrontan otros retos. La protección de los dispositivos solo se acomete cuando hay un problema.

Sin embargo, la industria de los drones ya ha empezado las pruebas a escala real para hacer repartos. Una de las más serias se ha puesto en marcha en la provincia de Jiangxi, en China. Allí se ha concedido una licencia para que una empresa logística envíe paquetes de mensajería mediante estos dispositivos. Esto quiere decir que pr onto habrá un buen número de drones surcando los cielos y, evidentemente, deben estar protegidos.

Imágenes: wwarby, lukasbieri

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