No es ningún secreto que el azúcar está muy presente en nuestra dieta. No solo por decisión propia. Una gran cantidad de alimentos que se compran hoy en día en el supermercado tiene azúcar. Incluso los que son salados de gusto suelen contener cierta cantidad.

Este ingrediente mágico resulta muy útil camuflando todo tipo de sabores. Sirve para suavizar y hacer más apetecible casi cualquier alimento. Así que se añade extensivamente. Tanto que ha hecho saltar las alarmas. A estas alturas ya es tónica habitual comentar los perjuicios que para la salud puede tener el exceso de azúcar. Y el exceso puede generarse simplemente tomando alimentos que de por sí tengan demasiado azúcar.

Esta es una de las conclusiones indirectas que se podrían extraer del análisis hecho con big data de nuestros alimentos. La directa es que nuestra comida es demasiado dulce. Una conclusión a la que se ha llegado analizando casi 400.000 reseñas de productos alimentarios. La muestra ha sido generada por más de 256.000 usuarios de Amazon en un periodo de 10 años.

Con esta base de datos, expertos en comportamiento han nutrido un algoritmo de big data para que analizara nuestra opinión de la comida. Esto nos da una idea de cómo pensamos acerca de los alimentos que compramos y consumimos.

El principal resultado es que la expresión “demasiado dulce” o similares abunda mucho. En todo tipo de comida, en realidad. Aunque también se ha utilizado el big data para medir otras características, como la textura, el olor, el picante, el precio o cómo de sano era el producto.

Comida demasiado dulce

Uno de los descubrimientos de este estudio fue el de todos los productos analizados, un 1% era “demasiado dulce”. Sin importar si estos pertenecen a la categoría de dulces o salados. Pero es que además, si solo se toman los alimentos que deben ser dulces, en general los usuarios criticaban que lo fueran en exceso y no en defecto.

La expresión “demasiado dulce” se repite 25 veces más que “poco dulce”. Sin embargo, apenas se menciona el exceso de sal. Mientras el sabor dulce se mencionaba en un 11% de las reseñas , tres veces más que el sabor amargo.

En un sector como el alimentario, donde ya se pide consejo a un algoritmo para cocinar de la mejor manera, las conclusiones generadas por el big data no pueden sino tenerse en cuenta.

Imágenes: verchmarco, II

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