Aún no hay aviones supersónicos comerciales y hay quien ya piensa en el siguiente paso. Y es que en realidad la tecnología supersónica está madura. Ya lo demostró el Concorde, que anduvo navegando los cielos durante casi tres décadas, desde 1976.

Evidentemente las cosas han mejorado mucho desde aquel momento y la aeronáutica comercial, pese a ser un sector que se mueve despacio por su gigantesco tamaño, está pendiente de aplicar estos cambios. Por el momento suenan varios proyectos de aviones supersónicos. Estos aún tienen que solventar el problema del ruido. Y no es fácil.

El problema no es la velocidad supersónica. Más bien se trata de una cuestión de diseño. Los aviones supersónicos no están preparados para volar en velocidad subsónica. Cuando superan la barrera del sonido no hay problema, puesto que lo hacen a miles de metros por encima de la superficie terrestre. Pero mientras aterrizan y despegan deben usar la potencia del motor para su sustentación, pues apenas tienen superficie alar. Esto es lo que crea el tremendo estruendo difícil de solventar.

Presumiblemente será un problema que también compartan los aviones hipersónicos. Estos son aquellos que superan la velocidad de Mach 5 (los supersónicos se cuentan desde Mach 1). Pero esto son cuestiones que aún quedan lejos, porque el mismo desarrollo de esta tecnología no está cerca. Boeing ha presentado su propio concepto de avión hipersónico y ha levantado aclamaciones.

En realidad, se trata de un proyecto a muy largo plazo. Los responsables de la compañía apuntaron que el diseño se podría llevar a cabo en 15 o 20 años. Es un concepto que alcanzará Mach 5 y podrá viajar de Los Ángeles a Tokio en solo tres horas. A unos 6.300 km/h se tarda mucho menos que las 11 horas habituales, claro. El viaje de Nueva York a Londres, que normalmente son 7 horas, se liquidará en dos.

Aviones hipersónicos, el siguiente paso

El de Boeing no es el único proyecto sobre aviones hipersónicos del que hemos tenido noticia. La Academia de las Ciencias China trabaja en una iniciativa que también superará Mach 5. El diseño que tienen previsto va más allá incluso. Pretenden que supere los 9.000 km/h. Con esta capacidad se podría volar de Pekín a Nueva York en unas dos horas.

Aunque lo cierto es que por el momento los proyectos más avanzados son los que apuntan hacia la tecnología supersónica. Esta ya ofrece suficientes retos por delante como para obligar a los ingenieros a centrarse en ella. Aunque, claro, siempre está bien levantar la vista hacia los horizontes.

Imágenes: Free-Photos, Boeing

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