En pleno verano y con la amenaza permanente de las olas de calor, los aires acondicionados echan humo. En los últimos años este aparato se ha vuelto habitual en algunas regiones donde antes solo se reservaba a algunos sitios públicos. Ahora, muchos hogares han optado por instalar una bomba de aire que mantenga las estancias de la casa frescas frente a la dureza veraniega.

No es un secreto que estos aparatos consumen una gran cantidad de electricidad. Y esta es una de las consecuencias de que en los veranos calurosos los picos de consumo se disparen. Pues bien, científicos del Applied Systems Analysis han publicado un estudio en Nature Communications donde se prevé un incremento del consumo eléctrico debido al aumento de las temperaturas.

Los investigadores se han aventurado a estimar que en 2050 crecerá la demanda eléctrica entre un 11-27% , si hay un incremento moderado de las temperaturas. Si el incremento es sensible, el consumo eléctrico podría crecer hasta un 25-58%.

Es un aumento considerable, teniendo en cuenta que solo es debido al cambio climático. Es decir, aparte de las necesidades energéticas futuras, a ello habría que sumarle una tasa para combatir los efectos del calentamiento global. Y en este caso combatir no es sinónimo de paliar o borrar. Aquí solo hablamos de sobrevivir o de vivir más cómodamente: con aire acondicionado.

A más calor, más electricidad

No hay que olvidar que el consumo de aire acondicionado, de electricidad, implica la generación de energía. Esto tiene un coste para el planeta. Especialmente ahora en que el mix energético no está mayoritariamente participado por las renovables. Es solo una de las heridas que produce el cambio climático. Pues un incremento del calor atacará la superficie helada de los polos, lo que repercutirá en un mayor aumento de la temperatura.

Ni que decir tiene, el calentamiento global hará que los inviernos sean más suaves. Por tanto, se gastará menos energía en ellos. Pero la ecuación no se equilibra. Al menos esta es la conclusión a la que han llegado los investigadores. El cambio climático hará que adaptemos los hogares a este ascenso de temperaturas.

El estudio apunta que habrá una menor demanda de petróleo, gas natural o electricidad para calentar los edificios. Para enfriarlos vaticina que se utilizará electricidad primordialmente, sin concretar si se extraerá también de combustibles fósiles.

Imágenes: Nimrod Bar, Zach K

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