La ciencia y la innovación siguen su búsqueda para encontrar materiales del futuro. Los denominados super materiales han llegado al mercado del consumo para hacernos la vida un poco más sencilla. Muchas investigaciones se han centrado en el grafeno, principalmente por sus propiedades, pero también, por el competitivo coste de su producción en masa.

Además del grafeno, en esta lista sin fin también se encuentran materiales como la nanocelulosa, el siliceno, fosforeno o germaneno. La mayoría de ellos son grandes conductores de electricidad. Aunque en los últimos años ha cobrado especial relevancia la madera. De hecho, se va a construir un rascacielos de 70 pisos con una estructura híbrida de un 90% de este material en Tokio.

Con este interés, no es de extrañar que una investigación de la Universidad de Maryland (Estados Unidos) halla descubierto una nueva forma de tratar la madera para convertirla en un súper material.

El estudio, publicado por Nature, sigue dos pasos para dar estas nuevas características a la madera natural. Por un lado, se realiza un tratamiento químico para extraer parcialmente la lignina. Este componente es el “pegamento” que une las células de la madera. Por último, se produce la comprensión del material a 100 grados centígrados, lo que reduce un 80% su grosor. Así, se reducen los defectos de la madera y se incrementa su resistencia.

La extracción parcial de la lignina es el proceso clave para conseguir este material, ya que, si esto no se realizara de la manera adecuada, la estructura de la madera se colapsaría. Además, el tratamiento fue probado con maderas blandas (cedro y pino) y duras (álamos, tilos y robles). Por lo que funciona con todo tipo de maderas.

Una madera 12 veces más resistente

De esta forma, esta madera sería 12 veces más resistente y 10 veces más dura que una natural. Por lo que su fuerza superaría, incluso, a aleaciones de titanio o de acero. También se puede comparar con la fibra de carbono, pero es más costosa. Además de estos beneficios, esta super madera es más ligera, se puede doblar y moldear al principio del proceso y tiene un bajo coste.

Para comprobar su efectividad, los investigadores dispararon proyectiles de acero. La bala logró atravesar la natural, pero se quedó a la mitad en la supermadera. Este último material necesita 10 veces más de energía para fracturarse.

Asimismo, la longevidad de este nuevo material es superior a la de una madera natural, por lo que su producción no conllevaría una mayor destrucción de los bosques.

Sus aplicaciones futuras todavía están por determinar, aunque el líder del proyecto, Liangbing Hu, asegura que podría usarse como sustituto del acero en automóviles, aviones o edificios. Aunque, eso sí, la startup Inventwood LLC ya trabaja para comercializar este nuevo material.

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