Bienvenidos de nuevo al Blog de BuscoSEO, un espacio en el que queremos compartir con vosotros algunos consejos, curiosidades y cualquier aspecto que ataña al SEO y el posicionamiento orgánico.
En el post de hoy analizamos a fondo un problema de indexación (y su solución) provocado por WPML, el archiconocido plugin multilingüe para WordPress. Aunque no se trate puramente de un ‘conflicto’, veremos cómo este plugin, tan querido y utilizado dentro de la comunidad WordPress, puede costarnos la vida (o la presencia si más no) en las SERPs de Google.
A continuación os mostramos las distintas fases por las que discurrió este periplo SEO y el feliz desenlace (esta vez sí es de película) de todo el ‘percal’.
Resumen del problema:
- Antes de la tormenta: Sin altibajos, creciendo lento pero seguro
- Detección del problema: Pérdida drástica de visitas, visibilidad y posicionamiento
- Origen del problema: Houston, tenemos un problema. ¿Pero donde?
- Solución: ¡Eureka! Un simple clic y todo arreglado
- Después de la tormenta: Siempre viene la calma (¡O un récord de visitas SEO!)
Sin altibajos: El tráfico SEO crece lento pero seguro
La web de la que hoy hablamos tuvo, durante el año 2015, una media de 1.400 visitas SEO mensuales y un tráfico orgánico con un crecimiento contenido pero constante.
Perdemos visitas, visibilidad y posicionamiento
A continuación vemos cómo, mes a mes, a inicios de 2016 y de forma repentina, el tráfico SEO caía sin cesar. Desde el estallido hasta la solución del problema en septiembre, registró una media de 636 visitas mensuales y tocó fondo en agosto con menos de 500 visitas.
Con esta situación, empezamos a investigar tratando de descubrir el motivo de la repentina y tan acusada caída de este canal de acceso.
Houston, tenemos un problema. ¿Pero dónde?
En este punto, Google Search Console refleja el problema pero no arroja la luz que andábamos buscando. Viendo los principales indicadores que nos ofrece la herramienta, el problema se hace evidente: nuestro site se está desindexando.
¡En una semana pasamos de tener casi 400 URL indexadas a tan sólo 100!
Y no solo eso, sino que de estas 100 iríamos perdiendo más y más URL hasta quedarnos en menos de 50.
Pero, ¿por qué no se indexa mi web?
Estaba claro que el bot de Google no podía rastrear el site. Pero, ¿por qué? Detectado el problema, era hora de encontrar el origen y ponerle solución.
Comprobamos el estado y la evolución de la indexación durante semanas a través Google Search Console, Sistrix.com y otras herramientas.
Una vez más, Google Search Console nos revela nueva información. Utilizando la opción de Rastreo > Explorar como Google, la herramienta nos notifica que el site entero está redirigido hacia su versión inglesa. (*Aunque no siempre detecta esta redirección. Luego veremos por qué.)
De ahí que el estado de indexación fuera: inglés 27/29 páginas, español 2/46, alemán 4/22 y francés 6/22. Pero si nos fijamos con detenimiento, el código que devuelve la página rastreada es un código 200.
¿Google detecta redirecciones que no existen?
Después de buscar estas redirecciones en multitud de sitios no encontramos ni rastro.
Google detectava unas redirecciones fantasma.
Habiendo registrado de arriba abajo el log del servidor, el archivo .htaccess, la base de datos y otros en busca de cualquier indicio de estas redirecciones no encontramos rastro alguno. Por si fuera poco, ninguna otra herramienta aparte de Google Search Console detectaba estas redirecciones.
¡Eureka! La solución a un solo clic
Como a Arquímedes, el problema se reveló ante nuestros ojos. La solución residía en la incoherencia de que Google detectara las redirecciones unas veces sí y otras no como comentábamos antes.
Esto sucedía dependiendo de la solicitud que hiciéramos a la herramienta: Obtener u Obtener y procesar.
Según Google, entre una y otra opción la diferencia es, básicamente, que en la primera no se ejecutan los recursos de la página. Tal como vemos en la información del propio Google Search Console:
Con la opción de ‘Obtener’, Google es capaz de acceder a la página sin problemas:
En cambio, cuando utilizamos la opción de ‘Obtener y procesar’, Google nos detecta una redirección. Esta vez, en el código de la página nos aparece un