La puesta en marcha del proyecto The Ocean Cleanup le ha dado notoriedad al problema de la contaminación del plástico. El hecho de que un joven, que comenzó de adolescente a trabajar en el sistema de recogida de residuos para los océanos, haya dado un paso importante hacia un objetivo tan ambicioso ha aparecido en todos los medios.

Si la red ideada por Boyan Slat no alcanza sus objetivos de atrapar los residuos de plástico para reducir el problema, al menos habrá arrojado algo de luz sobre las consecuencias de no hacer nada. Y es que la proliferación de desperdicios plásticos se ha convertido en una lacra para los océanos y para los vertederos de todo el mundo.

De ahí que iniciativas como The Ocean Cleanup se hayan desarrollado. El interés por acabar con la contaminación del plástico crece y se exploran medios para combatirla. Aunque quizá podamos conseguir algunas armas inesperadas si miramos a ese reino a veces olvidado, tapado por el vegetal y el animal: los hongos.

Existen algunos de estos organismos que son capaces de descomponer el plástico de forma más rápida que la naturaleza. Y es que este es uno de los problemas de la contaminación del plástico. No solo se parte en pequeños fragmentos, difíciles de encontrar sino que también son difíciles de eliminar.

Sin embargo, científicos de Islamabad han descubierto que un tipo de hongo, el Aspergillus tubingensis , puede descomponer el plástico, según se cita en el State of the World’s Fungi. El proceso de eliminación del material sería mucho más rápido que las décadas que tarda un entorno natural en deshacerse del mismo.

Los hongos pueden ayudar además de otra manera en la lucha contra la contaminación del plástico. Uno de los problemas de este material es que se usan mucho. Por tanto hay que encontrar una alternativa. Y aquí podría ser útil el micelio, una de las partes de los hongos, cuyas propiedades se exploran para sustituir al poliestireno y al cuero.

Urgencia por el continente de plástico

El plástico es uno de los desperdicios más comunes. La sociedad de consumo se ha envasado en las distintas acepciones de este material durante décadas. Y una gran parte de este compuesto es desechable. Así que la segunda mitad del siglo XX y lo que llevamos del XXI ha sido un contaminar continuo, de océanos y de tierra firme.

El símbolo de esta contaminación es el continente de plástico, situado en el Pacífico Norte, entre las islas de Hawái y las costas de Estados Unidos. No hay acuerdo sobre su tamaño. Algunos lo calculan en 0,5 millones de kilómetros cuadraos (aproximadamente el tamaño de España) y otros en 1,4 millones de kilómetros cuadrados (la superficie que ocupan España, Francia y Alemania).

En cualquier caso es tremendamente grande. En eso todos están de acuerdo. Se tienen noticias suyas desde hace tres décadas, pero solo The Ocean Cleanup ha hecho un intento serio por reducir su tamaño. Esta mancha en el océano es lo suficientemente alarmante como para que sea un problema de todos.

Imágenes: Stanley Zimny,The Ocean Cleanup

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