Hasta ahora solo hay tres países que hayan realizado un alunizaje suave en nuestro satélite. El caso más conocido es el que se recuerda este verano, cuando se cumplen 50 años. La misión del Apolo 11 llevó a los primeros astronautas a pisar la superficie lunar, dejando imágenes emblemáticas y decantando la carrera espacial.

Para entonces, la Unión Soviética ya había impactado a propósito una sonda contra la Luna. Pero no había logrado un alunizaje suave. Después sí lo logró, aunque no envió astronautas al satélite. Tuvieron que pasar muchos más años para que China hiciera su propia llegada.

Ahora le toca el turno a India, que con la misión Chandrayaan-2 intentará convertirse en el cuarto país en alunizar. El nombre de la misión se traduce como “vehículo lunar” desde el sánscrito. Toda una intencionalidad que no ha podido llevarse a cabo en el momento previsto, pues el despegue del cohete se suspendió minutos antes de tener lugar.

La agencia espacial india, ISRO, ha pospuesto el lanzamiento con el fin de resolver las deficiencias técnicas que motivaron la cancelación del despegue. La fecha prevista para el alunizaje, a primeros de septiembre, tendrá que esperar. Por el momento no ha trascendido una planificación a futuro de la misión, pero las intenciones siguen invariables.

En 2008, India ya logró alcanzar la superficie lunar con el impacto de una sonda. Esto lo han conseguido otros países, como Japón; pero en Nueva Delhi vieron la hazaña como un primer paso. El segundo es el de un alunizaje suave.

La Luna, objeto de deseo

La de la India no es la única misión a la Luna prevista. China es uno de los países que más empeño ha puesto en explorar el satélite. Entre sus esfuerzos hay planificados dos alunizajes en diciembre de este año y en 2020. Un año después, Japón colocará una nave en la superficie lunar, y también lo hará Rusia –siempre siguiendo los planes expuestos públicamente–, quien volverá a hacerlo en 2023.

La misión Chandrayaan-2 contempla recorrer la superficie lunar durante 14 días. Lo hará, además, en el polo sur de la Luna, una región inexplorada, pero donde se presume que existe una gran cantidad de hielo.

Las ambiciones espaciales indias no se quedarán ahí. El país quiere poner en órbita su propia estación espacial. La intención es crear unas instalaciones modestas en tamaño, pero que sirvan para realizar experimentos en entornos de microgravedad.

Se trata de una meta que se procurará alcanzar con presupuestos considerablemente menores a los que destinan otros países, en la línea low cost que sigue la estrategia india espacial.

Imágenes: ISRO

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