Twitter ha tenido un problema de acoso y de poco control del odio desde el comienzo de la plataforma, y ninguno de los CEO que ha tenido la compañía ha sabido dotar a sus equipos de las herramientas necesarias para solucionar el problema. Los problemas se han agravado, incluso, con los meses previos y la llegada al poder de Donald Trump, al que se ha demostrado que ayudaron redes de bots y grupos organizados. Por todo ello, Jack, su cofundador, ha hablado con mucha seriedad en un hilo de Twitter que comienza así:

We’re committing Twitter to help increase the collective health, openness, and civility of public conversation, and to hold ourselves publicly accountable towards progress.

— jack (@jack) March 1, 2018

Sus palabras se resumen en que no predijeron completamente o entendieron las consecuencias que el mal de la plataforma podía tener en el mundo real, refiriéndose a los bots, trolls, al abuso, acoso, etc. En ese sentido, reconoce que no se sienten orgullosos de cómo la gente se ha aprovechado de la influencia de la plataforma, y de la incapacidad de quienes estaban al mando para reducir estos problemas.

Para solucionar de una vez por todas el problema, Jack ha invitado a expertos a ayudar a definir “qué significa un Twitter sano“, subiendo propuestas para estudio. Los ganadores de esta especie de competición ganarán premios económicos cuyas cantidades no se han comunicado aún, pero lo más interesante es que también podrán acceder a grandes cantidades de datos de usuario, en lo que se entiende como no un atentado a la privacidad, sino como capacidad de tomar decisiones que ayuden a frenar los problemas.

While working to fix it, we‘ve been accused of apathy, censorship, political bias, and optimizing for our business and share price instead of the concerns of society. This is not who we are, or who we ever want to be.

— jack (@jack) March 1, 2018

Está claro que, dado que como decíamos, los problemas han estado ahí siempre, es difícil saber cómo podría ser un Twitter pacífico, sin odio, con moderación y donde lo positivo impera sobre el insulto y la descalificación. Pero Twitter sigue siendo la red social más relevante en campos tan importantes como la política, la inmediatez de noticias, o la interacción entre famosos y su público, y no se puede permitir seguir así, aunque ahora esté ganando dinero.

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