“En el futuro, los robots estarán en todas partes, pero no tomarán los trabajos de todos”, comienza enunciando el profesor Stelian Coros en su artículo en World Economic Forum. En los últimos años, la digitalización y la innovación tecnológica ha sido tan veloz y ha traído tantos cambios que, guardando las diferencias con el Ludismo que surgió a principios de la Revolución Industrial, ha levantado pensamientos críticos sobre los robots y el nuevo paradigma laboral. ¿Lo van a hacer todo? ¿Nos van a quitar el trabajo? La respuesta es no, o al menos no todos, como bien explica el profesor de Ciencias de la Computación de ETH Zurich.

Si hace quince años, en pleno ‘boom’ de los emails, SMS, redes sociales y aplicaciones de mensajería, les dices a los carteros que se acercaba una época en la que iban a tener más trabajo que nunca, te llamarían loco. Lo que ha ocurrido es que ahora los carteros no entregan cartas, si no que se han tenido que ‘adaptar’, y ahora entregan paquetería y prestan otros muchos más servicios.

Como sucedió con los carteros, miles de profesionales han visto cómo su trabajo ha evolucionado y cómo se han ido generando nuevos empleos. En este contexto de revolución, los robots se han convertido en protagonistas.

Según Stelian Coros, debemos caminar hacia un futuro en el que los robots y los seres humanos puedan trabajar juntos con facilidad. Para él, existen cuatro tendencias que explican que las máquinas no nos van a quitar el trabajo:

Ya sea para aumentar las capacidades humanas en el lugar de trabajo, para ayudar con las tareas domésticas o para aumentar la efectividad en desastres, las futuras generaciones de robots necesitarán movilidad a nivel humano, pensamiento y habilidades de manipulación para realizar una gama cada vez más diversa de tareas.

Personalización

Gracias a la innovación tecnológica, el proceso de creación de robots se volverá bastante más accesible de lo que es hoy. Las impresoras 3D y los nuevos programas, mucho más intuitivos que los que hay hoy, permitirán el diseño de robots totalmente personalizados, perfectamente adaptados a diferentes tareas, necesidades y preferencias de los usuarios.

Al reducir las barreras de entrada en el campo de la robótica, un segmento mucho más amplio de la población tendrá la oportunidad de realizar tareas que actualmente están restringidas a expertos. Esto generará nuevas formas de negocio y nuevos empleos.

Adaptabilidad

La inteligencia artificial constituye un elemento clave para la robótica. Gracias a la IA, los robots podrán usarse como asistencia personal, enseñanza, terapia, o incluso búsqueda y rescate. La capacidad de ‘pensamiento’ de una maquina será esencial para la utilización y desarrollo de nuevos robots.

Creación al gusto

Esta otra tendencia favorece la capacidad de personalizar robots. La producción y creación de piezas con impresoras 3D no solo permite diseñar robots a medida, sino también ‘auto-ensamblaje’. Según Stelian Coros, “es como LEGO para los científicos”.

Los investigadores que deseen crear un robot para una tarea determinada podrán diseñarlo de acuerdo con sus criterios y generar sus propios componentes, antes de ensamblarlos y utilizarlos de inmediato.

Optimización movimiento

La inteligencia artificial también enseña a los robots a moverse, automatizando así el proceso de aprendizaje mediante el cual captan las reglas del entorno en el que se encuentran. Gracias a esto, pueden evitar o reaccionar ante obstáculos.

A día de hoy, los robots se mueven de un manera lenta y torpe, pero se están implementando novedosas optimizaciones de movimiento. Utilizando esta nueva metodología de diseño, no solo se puede imaginar, sino también realizar, una diversidad de robots híbridos con patas o con ruedas. Será esencial para encontrar nuevas funcionales y tareas a estas nuevas máquinas.

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