El rover Mars 2020, que explorará la superficie marciana en busca de rastro de vida, se lanzará en julio de 2020. No llegará, sin embargo, hasta 2021, pues el viaje será de más de medio año. Aún quedan muchos detalles por conocer, pero ya hay una cosa más clara. La misión aterrizará en el cráter Jezero, un lugar que ofrece un terreno geológicamente esperanzador.

El cráter Jezero tiene 3.600 millones de años de antigüedad y se ha escogido porque esto permitirá buscar respuestas en las profundidades de la historia geológica del planeta. Más importante aún: podría aportar información relevante relacionada con la astrobiología. La búsqueda de vida o rastro de en Marte es la principal misión del Mars 2020.

La NASA ha escogido al cráter Jezero entre 60 posibles localizaciones. Tras cinco años de cálculos y elucubraciones, la agencia espacial ha señalado el lugar. El aterrizaje marcará el comienzo de una exploración de la superficie marciana que durará una década entera.

El cráter tiene una anchura de 45 kilómetros y en la antigüedad acogió el delta de un río. Por eso los científicos de la NASA creen que este nicho podría haber preservado algunas moléculas orgánicas y otras formas de vida microbiana.

En busca de la vida en Marte

La misión Mars 2020 tiene el objetivo declarado de seguir el rastro a la potencial vida que podría haber existido en Marte. Para eso tiene planeados una serie de experimentos. Y el cráter Jezero se plantea como un lugar idóneo para realizarlos.

En el lugar elegido se podrán conseguir muestras de cinco tipos diferentes de roca marciana. Entre estas rocas se incluyen algunas arcillas y carbonatos , que pueden dar pistas sobre la vida pasada. En todo caso la diversidad geológica que promete el cráter es una de las esperanzas de la misión.

Técnicamente aterrizar no será sencillo. La NASA ha escogido el lugar por la riqueza del entorno. Pero el cráter presenta un terreno complicado para poner al Mars 2020 sobre la superficie marciana.

La misión Mars 2020 tiene la posibilidad de ofrecer un conocimiento mucho más profundo sobre Marte del que tenemos. Fue ya en los años 70 cuando la NASA captó imágenes que sugerían la existencia de agua. Posteriormente se confirmó la presencia de hielo en el planeta, un aspecto que puede resultar clave para el establecimiento de futuras bases. Y el pasado verano se descubrió un lago bajo el hielo marciano. Cada vez estamos más cerca de revelar algunos de los secretos que esconde Marte sobre la presencia de vida en su historia.

Imágenes: NASA

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