El modelo de declinación contiene los cálculos de rumbo necesarios para navegación, no solo de barcos, sino de sistemas de posicionamiento para vehículos y aplicaciones como Google Maps.

Los polos geográficos de la tierra no coinciden exactamente con los polos magnéticos, además, estos van moviéndose ligeramente con el paso de los años. El movimiento de los polos se debe a los movimientos que se producen en el núcleo de la Tierra, en concreto los materiales líquidos como hierro y níquel fundido, que crean el campo magnético.

El polo magnético norte tiene una ruta que se traslada desde Canadá hacia Rusia, moviéndose decenas de kilómetros cada año.

La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de EEUU (NOAA) y el Servicio Geológico Británico (Edimburgo) se reúnen cada 5 años para actualizar el modelo de declinación magnético.

La última actualización fue en 2015, por lo que la próxima debería tener lugar en 2020. Sin embargo, el campo magnético está moviéndose tan rápido que las correcciones en el modelo van a tener que hacerse un año antes de tiempo.

Esta última actualización lleva sufriendo cambios desde 2016, cuando parte del campo se aceleró temporalmente en la zona de norte de Sudamérica.

El pasado 2018, se realizó la verificación anual del campo y las alarmas saltaron al confirmar que el modelo era inexacto y estaba excediendo los límites aceptables de errores en navegación. El pasado 30 de enero fue el día elegido por los expertos en geomagnetismo para actualizar el modelo.

Aunque aún no se conocen las causas exactas por las que el campo magnético está cambiando tan rápido, los expertos creen que se debe a ondas hidromagnéticas que surgen desde las profundidades del núcleo terrestre.

El polo magnético está vagando de una forma muy impredecible y, actualmente, se encuentra en camino a Siberia.

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