Ya te hablamos en un artículo anterior de cuáles eran los mejores consejos y poses a la hora de guiar a nuestras modelos femeninas, pero ¿qué pasa con nuestros modelos masculinos? Aunque algunas de las recomendaciones se repitan, tienen las suyas propias. En el artículo de hoy te los contamos.

El Posado Masculino

Aunque cuando hablamos de poses tendemos a pensar siempre en modelos femeninas, el posado masculino también necesita ser analizado. No guiarás del mismo modo a una mujer que a un hombre en una sesión de retrato, ¿verdad?

Esto en parte se debe a que por norma general, a la hora de fotografiar a una mujer tratamos de realzar características como su belleza, su cercanía o su lado más glamuroso, mientras que en un hombre lo que buscaremos  retratar serán rasgos como su fuerza, su confianza y/o su autocontrol. En una mujer siempre trataremos de resaltar sus bonitas curvas, mientras que en un hombre buscaremos poses en las que su cuerpo dibuje ángulos más rectos.

En cualquier caso, nuestro propósito es que el posado parezca lo más natural posible, y para ello será necesario que nuestro modelo se sienta cómodo y que le vayas dando las indicaciones poco a poco y de forma clara para que las pueda seguir.

En Qué Detalles Deberemos Fijarnos Especialmente

A continuación, vamos a repasar de forma detallada cuáles son los aspectos que debemos cuidar especialmente a la hora de guiar a nuestros modelos masculinos. Para ello iremos centrándonos en diferentes zonas del cuerpo. Si empezamos por la zona de la cara, hay cuatro cosas a las que debemos prestarle especial atención.

1. La Línea de la Mandíbula

La primera de ellas es la línea de la mandíbula, que intentaremos que aparezca lo más definida posible. Para ello le pediremos a nuestro modelo que dirija su barbilla hacia uno de los lados y la incline hacia abajo ligeramente. De esta forma su cuello quedará estilizado, ocultando parte de él.

Puedes perfeccionar aún más esta técnica gracias al juego entre luces y sombras, y disparar la captura desde una posición por encima de los ojos del modelo.

Como precaución, nunca le pediremos a nuestro modelo que tire la barbilla hacia atrás, ya que eso solo provocará que aparezca un doble mentón, también conocido como papada, que resulta poco favorecedor para nuestro sujeto.

El doble mentón también podemos disimularlo buscando alguna pose en la que el modelo tenga que colocar sus manos en la zona, como por ejemplo debajo de la barbilla.

2. Los Ojos

El segundo aspecto de la cara en el que debemos fijarnos es en los ojos. Si hay algo que nunca le pediremos a nuestro modelo que haga es que abra mucho los ojos, y es que al contrario de lo que ocurre con una modelo femenina, indicarle a un hombre que los abra mucho solo provocará que evoque algo de miedo o confusión.

Por lo tanto, lo que le indicaremos a nuestro modelo es que cierre levemente los ojos, elevando ligeramente los párpados inferiores, de tal forma que parezca que está tramando algo, lo que le añadirá al retrato cierto carácter y picardía.

3. La Boca

Otra de las zonas que debemos vigilar es la boca. En retratos a modelos femeninas dijimos que dejarla un poco entreabierta quedaba atractivo, pero en el caso de los hombres no es algo que podamos generalizar, ya que en muchos de ellos puede provocar cierta apariencia de bobalicón. Así que prueba con tu modelo y determina si en tu caso es una buena opción o es mejor que la mantenga cerrada y relajada.

Otra cosa diferente es que sonría a la cámara, en ese caso está totalmente justificado dejar la boca entreabierta.

4. Inclinación de la Cabeza

También le prestaremos atención al grado de inclinación de la cabeza. Indicarle a nuestro sujeto que incline la cabeza hacia la cámara es algo más propio de pedirles a modelos femeninas, ya que en modelos masculinos esta forma de posar puede quedar un poco cursi.

Así que le pediremos que mantenga la cabeza neutra o la incline de forma muy ligera siempre que esté situado a cierta distancia de la cámara. No abuses de la inclinación, porque si la exageramos puede percibirse como un gesto algo arrogante.

5. La Postura del Cuerpo

Así como en el posado femenino buscábamos realzar las curvas de nuestra modelo, en este caso la forma ideal para representar el cuerpo masculino es la forma de V, para que se vean los hombros anchos y la cintura delgada.

Para ello lo primero en lo que nos fijaremos será en la espalda. Los hombros tienen que verse amplios y relajados, y pueden estar totalmente frontales a la cámara o ligeramente inclinados, pero siempre que la postura se vea natural, ya que de este modo transmitiremos seguridad.

Si la parte superior del cuerpo está más cerca de la cámara que la cintura, ésta lucirá más delgada que si el modelo se sitúa totalmente frontal a la cámara.

Por otro lado, la postura será clave para conseguir un buen retrato. Trata de que tu modelo se sienta relajado, mantenga la espalda recta y el centro de su abdomen apretado. ¿Por qué? Pues porque de este modo parecerá que su cintura es más estrecha y su torso más fuerte.

6. Las Manos

Al igual que pasaba con las modelos femeninas, si el modelo no sabe qué hacer con sus manos cuando le hacen una foto estas pueden aparecer de manera forzada en la toma. Es por ello que le pediremos a nuestro modelo que realice alguna acción, o le daremos alguna indicación precisa para que las coloque de la manera más natural posible.

Por ejemplo, podemos indicarle que coloque sus manos en los bolsillos o sobre el cinturón, que cruce los brazos sobre el pecho de forma relajada, que se coja la barbilla, o que interaccione con algún objeto como una corbata, un libro o una chaqueta. Y esto cobra especial importancia en los planos más generales.

7. Las Piernas

Por último, respecto a las piernas si nuestro modelo está de pie le podemos indicar o bien que las cruce a la altura de la espinilla, o que las mantenga separadas más o menos a la misma distancia que sus hombros.

También podemos probar a colocar una de las piernas ligeramente por delante, o incluso podemos indicarle que se apoye sobre una pared y que flexione la pierna más cercana a la cámara.

En el caso de que nuestro modelo esté sentado, puede colocar por ejemplo el tobillo de una de las piernas sobre la rodilla de la otra, o también puede apoyarse sobre una mesa a la altura de la cadera. Eso sí, trataremos de evitar que se siente en ángulo recto respecto a la cámara.

Detalles con los que Podemos Encontrarnos

Aunque hemos abordado los consejos en cuanto a cuidar la pose de nuestro modelo masculino centrándonos en las zonas más importantes, hay consejos de tipo más general que también debemos tener en cuenta.

• Por ejemplo, tener un ojo ligeramente más pequeño que otro es algo más habitual de lo que pensamos. Si este es el caso de nuestro modelo, un buen truco para disimularlo es que le hagas girar un poco la cabeza, y que el ojo más pequeño sea el que aparezca más próximo a la cámara. 
• Algo muy importante también es determinar el estilo de la sesión. No utilizaremos el mismo tipo de pose para una sesión formal, que para otra que sea más casual, por eso es importante que sea lo primero que matices con tu modelo antes de empezar a planificar la sesión.
• Si trabajamos en exteriores, puede que tengamos una luz demasiado fuerte en el ambiente que moleste a nuestro modelo. Para solucionar este problema, siempre podemos cambiarlo de ubicación para que no incida la luz directamente sobre los ojos, o indicarle que los cierre, contar hasta tres y entonces que los abra justo en el momento del disparo.
• Si trabajamos con un modelo que tiene una nariz grande es mejor que le hagamos las tomas con una focal larga y con la cara mirando de forma frontal a la cámara, ya que la compresión de la perspectiva ayudará a disimularla. Algo que también ayuda si trabajamos con modelos con rostros muy alargados.
  

  La toma de la izquierda está realizada con un teleobjetivo, mientras que la derecha está hecha con una lente angular

• Y al revés, si nuestro sujeto tiene la cara redonda, entonces huiremos de los teleobjetivos y optaremos por focales más cortas. Aunque esto también podemos disimularlo diciéndole a nuestro modelo que se deje barba o perilla.
• A este respecto, la iluminación también será un punto clave, y es que si situamos a nuestro modelo con la cara ligeramente ladeada e iluminamos su parte más cercana a la cámara estaremos ensanchando sus facciones, mientras que si lo iluminamos por el lado más alejado de la cámara estaremos alargándolas.
• Otra de las cosas en las que nos fijaremos es en el rostro de nuestro modelo, es en si tiene una frente grande. En el caso de que así sea, podemos dispararle la toma desde un ángulo contrapicado para disimularla.
• Al igual que si tiene poco pelo podemos realizar la toma por debajo de su rostro, o incluso recurrir a complementos como una gorra o sombrero que encaje con la personalidad del modelo. 
• Si durante la sesión notamos que nuestro modelo tiene los ojos cansados, procuraremos disparar la toma desde un ángulo picado para obligarle a abrir los ojos un poco más al tener que mirar hacia arriba, y así disimular el cansancio. O también puedes optar por hacer un retrato en el que el modelo no mire directamente a cámara.
• Por último, también es importante que experimentes con los diferentes ángulos con los que puede colocarse tu modelo frente a la cámara, a fin de descubrir cuál es su mejor lado y centrarse sobre todo en él. 

Ejemplo Práctico: Analizando 3 Posturas

Tal y como hicimos en el artículo de posado femenino, escogimos tres poses diferentes para pedirle a nuestro modelo no profesional que nos ofreciera su propia versión con unas cuantas indicaciones que le dimos, y a continuación le guiamos para que mejorara su postura y la foto ganara fuerza.

Tengo que avisarte de que para notar más las diferencias y que las claves importantes nos resulten más evidentes, hemos querido exagerar bastante las poses iniciales. ¡Vamos con los ejemplos!

Ejemplo 1: Plano Entero

Para lo primera pose que realizamos le indicamos a nuestro modelo tan solo que se trataba de un plano entero. Al no tratarse de un modelo profesional, nuestro compañero se situó de forma frontal a la cámara. Analicemos en detalle su postura.

Para empezar comprobamos que sus brazos parece que están rígidos y pegados totalmente al cuerpo. Los pies están juntos, los hombros algo tensos y la barbilla inclinada demasiado para abajo, lo cual como hemos comentado puede llegar a provocar la aparición de doble mentón.

Una vez analizada su postura, procedimos a darle unas cuantas directrices para que la mejorara y el resultado final de la fotografía fuera más atractivo. El primero de los cambios que se le pidió fue respecto a la dirección de su cuerpo. En vez de situarse totalmente frontal, le indicamos que se girara y se quedara de perfil respecto a la cámara, así como también le dijimos que inclinara su pecho hacia atrás. Le indicamos también que flexionara la pierna más alejada de la cámara, y que colocara sus manos en los bolsillos del pantalón, pudiendo hacerlo metiendo toda la mano, o dejando los pulgares por fuera.

Los brazos aparecen de eso modo semiflexionados, lo cual se aleja de la rigidez que veíamos antes y le otorga un toque más natural a la foto.

Por último le indicamos que ladeara su rostro hacia la cámara y lo inclinara ligeramente, para así enfatizar la línea de la mandíbula. También le pedimos que entrecerrara los ojos tal y como hemos explicado antes, ya que de ese modo su mirada lucirá más seductora.

Ejemplo 2: Plano Medio

Para el segundo ejemplo quisimos probar con un plano más cerrado e íntimo. En este caso le indicamos a nuestro modelo que se trataba de un plano medio, y que queríamos que interactuara con sus brazos y/o manos.

Nuestro modelo siguiendo, las indicaciones que le brindamos, se colocó ligeramente ladeado hacia la cámara y con los brazos cruzados. Fíjate en que su cuerpo denota tensión, no luce como si estuviera cómodo y se sintiera seguro de sí mismo. Su mentón está inclinado hacia arriba, y su boca se ha quedado entreabierta.

Para mejorar el resultado de esta segunda pose, en primer lugar le pedimos que relajara sus hombros para alejar esa tensión que mostraba en la anterior foto. A continuación le indicamos que enderezara la espalda, cruzara los brazos, y se girara hacia uno de los lados.

En esta foto en concreto le pedimos que no mirara a cámara, sino que dejara la mirada perdida pero entrecerrando levemente los ojos para evocar concentración y seguridad.

Con la mano que tenía más alejada de la cámara, le pedimos que se tocara la barbilla. En este punto es importante que compruebes que se realiza un correcto handiwork, y que su mano sale relajada. No tiene que ser el punto de apoyo de la barbilla, simplemente que actúe como punto de contacto entre la barbilla y la mano. Y además, le pedimos que dejara la boca cerrada.

Por otro lado, dependiendo de la iluminación que tengas disponible podrás enfatizar más o menos la línea de la mandíbula para expresar más fuerza en el retrato. ¿Cambian los resultados, no?

Ejemplo 3: Modelo Sentado

Por último, quisimos escoger una pose de nuestro modelo sentado para ver cuáles serán los resultados.

Nuestro modelo se sentó como pudo en la zona que le indicamos. Al estar en un exterior no resultó tan fácil como colocarle una silla, lo cual añadió dificultad a la pose. Comprobamos que su espalda y sus hombros están demasiado inclinados hacia adelante, que sus pies no están colocados de una manera muy estética, y que la posición de sus manos no es la más idónea.

¿Qué podemos hacer para mejorar la postura? Primero, le pedimos que mantuviera su espalda recta, y es más, que la inclinara ligeramente hacia atrás.

El segundo paso fue indicarle que apoyara el tobillo de una de sus piernas en la rodilla de la otra, que colocara su mano sobre la rodilla más cercana a la cámara, y que con el otro brazo se apoyara en el asiento.

Respecto a la cara, le dimos la opción de elegir entre mirar a cámara, o que dejara la mirada perdida hacia abajo, pero siempre inclinando muy poco el rostro hacia abajo y girándolo hacia el lado contrario al que apuntaba su cuerpo.

¡Logra las Mejores Poses para tu Modelo Masculino!

Como has podido comprobar, no es lo mismo guiar a un modelo masculino que a una modelo femenina. Aunque hay consejos que comparten, al tratarse de cuerpos muy diferentes en cada uno de ellos trataremos de realzar aspectos distintos, y es por ello que trabajaremos el posado de otro modo.

Tras ver como unas sencillas indicaciones pueden cambiar de forma notoria el resultado de un retrato, ¿te animas a aplicar nuestros consejos en tu próxima sesión con modelos masculinos?