Desde el humor y con un micrófono de radio como canal, Quique Peinado y Manuel Burque muestran la historia del colegio Joaquim Ruyra de L’Hospitalet, considerado como la “escuela milagro”. Más del 80% de los alumnos pertenece a familias con problemas para llegar a fin de mes y, sin embargo, logran resultados académicos por encima de la media de cualquier colegio de élite. ¿Cuál es el secreto?
“En la escuela funcionamos a través de comunidades de aprendizaje, que aplican formatos de éxito, testados científicamente, que funcionan y mejoran los resultados académicos, así como la parte social”, explica Raquel García, a la directora del centro. La clave del colegio es enseñar adaptando el contenido a todos sus alumnos.
Cuando los pequeños afirman preferir las ciencias frente a la consola, los presentadores no dan crédito, incluso ríen sin querer. “Yo pienso que la vida es como un videojuego. Cuando vas al cole tienes que completar misiones y la universidad es el final. Y cuando terminas el juego, tienes modo medio libre”, afirmaban unos alumnos en la primera entrevista del programa.
Niños a los que les gusta estudiar, ¿fantasía o realidad?
Con la cabeza bien alta, los responsables del centro pueden afirmar que los niños disfrutan yendo a clase. “En el 50% de las aulas siempre hay dos docentes. Trabajamos con grupos interactivos que en dos horas trabajan una actividad de la misma área en una dimensión diferente cada 20 minutos. Al final de la clase todos pasan por todas las actividades y podemos estar trabajando al mismo tiempo comprensión escrita, oral…”, comenta Raquel García.
Aunque a los encargados del colegio no les gusta la etiqueta de “escuela milagro”, es irremediable describirla como tal. Han sido capaces de motivar a niños que se han criado en entornos de escasez económica. Y, además, han logrado que las familias se impliquen en la educación de sus hijos. Que, en ocasiones, es lo que falta en otros centros.
No a los estereotipos, sí a la igualdad de oportunidades
Esta escuela milagro reúne más de 28 nacionalidades y todas ellas conviven entre algoritmos, mapas y juegos. Esta es otra de las características peculiares del colegio: el respeto y la igualdad de oportunidades para todos.
La oportunidad es la esencia y si algo está claro es que el modelo de educación está cambiando. Así, lo demuestra también el proyecto ’42 Madrid’ impulsado por Fundación Telefónica. Un proyecto innovador que se apoya en en el principio de “aprender a aprender”, sin clases, sin horarios y sin profesores. El alumno elige su camino de aprendizaje con valores como el esfuerzo compartido y la capacidad de superación.
Radio Gaga de #0 nos cuenta la historia de la ‘escuela milagro’ es un artículo de Blogthinkbig.com.
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