La compañía francesa Armor ha creado un inteligente complemento para un coche eléctrico. Se trata de una lona con paneles solares. Se usa para cubrir el coche, pero al mismo tiempo absorbe energía del sol, que transfiere a la batería. En lugar de colocar los paneles en el techo del vehículo, la empresa ha optado por integrarlos en un cubrecoches.

El rendimiento de esta lona solar es limitado, evidentemente. Pero su valor está en que obtiene energía de forma pasiva. Los paneles ocupan un área de cuatro metros cuadrados, suficiente para proporcionar una autonomía de 15 kilómetros a la batería tras ocho horas de exposición al sol. Es decir, lo que podría ser una jornada de trabajo.

Armor quiere mejorar las prestaciones de estos delgadísimos paneles solares. La compañía pretende incrementar la cifra a 48 kilómetros dentro de tres años. Una autonomía nada desdeñable y que probablemente permitirá a muchos que trabajan en una ciudad no tener que recargar en casa o en una estación de carga el vehículo.

Aunque para esto habrá que esperar. Sin embargo, la tecnología ya tiene el logro de ser extremadamente ligera y manejable. La lona solar, cuyo nombre de producto es Armor ASCA, pesa alrededor de 450 gramos por metro cuadrado. Si lo comparáramos con un folio, un pedazo de superficie solar de ese tamaño solo pesaría seis veces más. Además, la empresa ha comprobado que su tecnología se puede enrollar y desenrollar 50.000 veces sin pérdida de rendimiento.

Recargar el coche sobre la marcha

La filosofía de esta lona con paneles solares se basa en un principio de eficiencia. La idea es aprovechar todo momento aprovechable para recargar la batería. Evidentemente la solución que más puntos en común tiene con el producto de Armor son los paneles solares en los propios coches.

En los últimos años ha habido una serie de diseños orientados a acoplar paneles solares en los vehículos. Incluso hay propuestas económicas. La compañía Sono Motors tiene entre manos un modelo, Sion, cuyo precio será de 25.000 euros. Solo con los paneles solares podría circular a lo largo de 30 kilómetros. En este mismo sentido se han planteado también camiones solares. Un tipo de vehículo que por la superficie que tiene en el techo podría ser más apropiado. Aunque tampoco hay que olvidar que montan motores más grandes y que consumen mucha más energía.

En otro espacio se sitúan soluciones a nivel de infraestructuras. Una de las que se han barajado es la recarga inalámbrica de los vehículos mediante sistemas incorporados al pavimento. Sin embargo, por el momento no hay grandes pruebas de esta tecnología a escala.

Esta lona con paneles solares permite recargar un coche eléctrico es un artículo de Blogthinkbig.com.