De golpe y, casi se podría decir, antes de tiempo, los servicios de entrega con robots autónomos se han puesto en marcha. A matacaballo. Por necesidad. La pandemia de la covid-19 ha puesto en el punto de mira esta nueva tecnología. Las medidas de seguridad para evitar el contagio se basan principalmente en evitar el contacto entre personas. Y precisamente esto es lo que habilitan estas máquinas.

En la empresa Starship Technologies conocen bien la situación. Trabajan desde 2014, cuando se fundó por dos cofundadores de Skype, en robots autónomos de reparto. Sus planes de expansión miraban hacia 2021, con un objetivo claro en la mirilla: los campus universitarios. Este era el nicho que había escogido la empresa para empezar a crecer su negocio.

La idea parecía prometedora. Los campus universitarios son entornos amplios, pero sin tráfico o con poco tráfico, ideales para el ensayo comercial de robots autónomos de reparto. Pero antes de que nada de esto se pudiera poner en marcha ha llegado la pandemia. Y la compañía ha dado un viraje. Su propósito ahora es atender a esa demanda creciente de entregas con robots autónomos, sin que medien personas.

Desde la empresa afirman que han observado que la demanda de servicios de reparto que eviten el contacto con personas se ha disparado en las semanas recientes. Y es que estas máquinas son una de las alternativas tecnológicas que más protagonismo están cobrando.

Starship Technologies ya hacía repartos de comida, en sus pequeños rovers terrestres, que transportan hasta 9 kilos. Este tipo de vehículos autónomos no son nuevos. En Dallas ya funcionan sistemas similares, así como en Arizona, donde se reparten alimentos frescos. Pero su uso durante la epidemia sí ha sido abrupto.

Soluciones tecnológicas para frenar el contagio

El empleo de vehículos autónomos para realizar ciertas tareas se empezó a gestar en China. En medio del brote de coronavirus, el país probó a usar furgonetas sin conductor que desinfectaban las calles. También se han utilizado drones para este propósito, aunque en su caso son pilotados remotamente.

La clave está en la robótica, en la automatización de tareas. Este factor puede, en algunos casos, eximir a las personas de realizar el trabajo y, por tanto, de exponerse. Una de las propuestas más llamativas en este sentido ha sido la apertura en China de un hospital automatizado. En él la asistencia la proporcionarán robots, con el fin de evitar una sobreexposición de los sanitarios, que por supuesto supervisarán las operaciones.

Imágenes: Starship Technologies

Así crecen los servicios de entregas con robots autónomos es un artículo de Blogthinkbig.com.