Cuando las temperaturas están por encima de cero, llueve. Cuando están por debajo, nieva o graniza; el agua se vuelve sólida. Este es un principio de la Física que se suele cumplir y que rara vez tiene excepciones.

A veces ocurre, sin embargo, que a unos pocos grados bajo cero la lluvia permanece en estado líquido. Es un fenómeno conocido como “llovizna helada” -o «llovizna congelante«- y hasta ahora nunca se había registrado a temperaturas muy bajas, como ha ocurrido en la Antártida, donde se alcanzan los 25 grados bajo cero fácilmente.

Un estudio reciente, publicado en Journal of Geophysical Research: Atmospheres a finales del año pasado, informa de este acontecimiento inusual y sorprendente para la comunidad científica.

«Llovizna gélida y persistente» por primera vez

El autor principal del estudio es Israel Silber, meteorólogo y profesor en el departamento de Ciencias Atmosféricas de la Universidad Penn State. Junto a su equipo, señalan que los hechos ocurrieron en la estación McMurdo, la mayor base científica de Estados Unidos en el continente helado.

Los indicadores y satélites de la misma detectaron la “lluvia helada”, que no se convirtió en nieve o granizo. Pero además, -y esto también es llamativo- se prolongó durante cerca de siete horas, un tiempo considerablemente mayor al habitual. Normalmente, cuando se produce dura varios minutos.

En el artículo científico expresan su asombro. “Estamos familiarizados con la llovizna como un proceso que tiene lugar con temperaturas cálidas», comentan. «Pero en las más bajas, no». Hasta la fecha nunca se había descubierto llovizna helada en la Antártida.

En qué consiste este fenómeno metereológico

Pero, ¿qué pasa exactamente con esta «lluvia helada” tan inusual?

Se forma lo que se denomina “hielo negro”, una película de hielo muy fino en superficies de tierra oscuras; de ahí, su nombre. Como es de color transparente pasa desapercibido y es bastante resbaladizo para peatones y vehículos. En España, por ejemplo, no es muy frecuente.

En la Antártida no hay precisamente una gran presencia de ellas, pero no deja de resultar una curiosidad que rompe los esquemas de los expertos.

Sin conclusión definitiva, señalan la pureza de la Antártida como un factor importante

Por lo pronto, inciden en esta circunstancia. La limpieza del aire de la Antártida favorece que el agua continúe en estado líquido. Para que ésta se convierta en cristales -nieve o granizo- son necesarias ciertas “imperfecciones” en el aire, bien por contaminación o por salitre en suspensión. Y en la Antártida el aire es tan puro que el agua se concentra en finas gotas esféricas de alrededor de medio milímetro y no se congela hasta tocar una superficie.

Sin embargo, aún es pronto para conocer exactamente a qué se debe este fenómeno. Silber y sus compañeros concluyen el estudio garantizando que seguirán investigando, ya que dicen que este acontecimiento puede cambiar el conocimiento vigente sobre los climas polares.

En un momento histórico como éste en donde los efectos del calentamiento global son tan conocidos, su información será recibida con especial interés. Seguiremos atentos a sus avances.

Por primera vez registran lluvia a temperaturas de menos 25 grados y es en la Antártida es un artículo de Blogthinkbig.com.