La arqueología es considerada como una de las ciencias más importantes que existen. Gracias a ella, hemos profundizado en civilizaciones antiguas como el antiguo Egipto o el Imperio Romano. También nos ha servido de gran ayuda para retroceder millones de años y conocer cómo eran los seres vivos por aquel entonces. En esta ocasión vamos a centrarnos en un reptil que ha llegado a convertir en mascota para muchos: las tortugas.

Las tortugas de Charles Darwin

Las tortugas son reptiles que habitan en la tierra desde hace más de 250 millones de años, según los registros fósiles que confirman su existencia en el periodo Jurásico.

Se cree que las primeras tortugas eran animales terrestres y se adaptaron al medio acuático. También estos primeros seres eran carnívoros, pero terminaron buscando alimentación en cualquier parte.

Estos cambios por la adaptación al medio en el que vivían sirvieron como fuente de inspiración a Charles Darwin para desarrollar la teoría de la evolución. En ella se explica que los seres vivos están en constante cambio con el objetivo de adaptarse al medio en el que viven.

Tortugas de 3 metros de tamaño… ¿con cuernos?

La ciencia ha conseguido dar con un nuevo hallazgo sobre este tipo de reptiles. Las últimas investigaciones han hallado los fósiles de la tortuga Stupendemys Geographicus, la más grande que hay registrada hasta el momento.

Los caparazones que se han hallado en Sudamérica llegan a medir tres metros de longitud y alcanzan un peso de 1.100 kilos.

El estudio de estos fósiles, caparazón y mandíbula, los investigadores descubrieron que esta especie llevaban cuernos en su coraza para proteger su cráneo.

A pesar de su gran tamaño y su sistema de defensa no servían para evitar los ataques de otros depredadores debido a que el escudo de este animal tenía marcas ocasionadas por lo que parece ser caimanes.

Las piezas del rompecabezas

El Stupendemys Geographicus fue descrito en 1976 por el investigador Roger Wood. Stupendemys por sus grandes dimensiones y Geographicus para dar reconocimiento al apoyo que recibió de National Geographic Society en su investigación.

Con este nuevo hallazgo podemos conocer más sobre esta especie prehistórica que puede sorprender a muchos de nuestros lectores.

Por ejemplo, los cuernos eran una característica que solo tenían los machos de esta especie. También el hallazgo de la mandíbula inferior ha servido para conocer cuál era la dieta de estas tortugas. En este caso las Stupendemys Geographicus se alimentaban de moluscos, peces, serpientes e incluso cocodrilos.

Una especie en peligro

Estos reptiles se encuentran amenazas por la contaminación de los océanos y el cambio climático.

Actualmente, seis de las siete especies que conocemos se encuentran en peligro de extinción. Dos de ellas, las tortugas carey y bastardas, están clasificadas como «en peligro crítico». Las especies restantes están en peligro o vulnerables.

Si te gusta el apasionante mundo de estos reptiles, en Movistar+ cuenta con una diversidad de documentales relacionados con el mundo animal como es el caso de Siete mundos, un planeta donde conocerás las diferentes biodiversidades que existen en nuestro planeta.

¿Cómo eran las tortugas en la prehistoria? es un artículo de Blogthinkbig.com.