A comienzos de siglo, los móviles solo tenían la capacidad de hacer llamadas. Ahora tenemos en nuestra mano una infinidad de aplicaciones y sofisticada tecnología. Pero esto tiene un punto negativo: cuantas más aplicaciones utilicemos el gasto de energía es mayor.

¿Existe alguna solución a este problema? Por supuesto, nos referimos a las baterías sólidas.

¿Cómo son las baterías sólidas?

La baterías solidas tienen este nombre debido a que el electrolito que usan es sólido a diferencia de los modelos convencionales de estado líquido.

El electrolito es un elemento esencial de las baterías, ya que con ellas los iones de litio viajan entre la carga positiva y negativa en forma de energía. Actualmente es una parte sensible, ya que entra en combustión con el contacto del aire.

¿Qué supone crear un acumulador con un electrolito sólido en vez de líquido? Se convertiría en una pila segura y puede aumentar la capacidad de energía.

Buscando alternativas

Las baterías sólidas que existen en la actualidad encierran un problema de base. El material del que están hechas se expande y se contrae con facilidad, originando que el dispositivo a la larga pierda energía.

Por lo tanto, científicos del MIT están buscando una solución ante este problema. Por ejemplo, están combinando conductores mixtos iónicos-electrónicos con aisladores de electrones e iones de litio. Creando una estructura para dejar un hueco en el interior del depósito y así el litio podrá expandirse y contraerse sin riesgo a deteriorarse.

El futuro de los teléfonos móviles

Con este diseño se consigue que almacenen la misma cantidad de energía, pero en una batería más pequeña. Y lo más importante: que su duración sea mayor. Se espera que los móviles que incorporen este acumulador pueden disponer de una autonomía superior a tres días.

Otro dato importante es que su elaboración es más barata en comparación con los dispositivos de almacenaje actuales. ¿Por qué es más asequible su fabricación? Debido a que necesita materiales sencillos como el manganeso, algo que abarata más los costes en comparación del níquel y litio.

Muchos pensarán que el uso de esta pila será beneficioso únicamente para la industria de la telefonía móvil, pero no es del todo cierto. El uso de estos materiales puede servir para la fabricación de vehículos eléctricos que necesitarían ser cargados una vez cada tres días.

Por ejemplo, la empresa de automóviles Toyota ya trabaja en la creación de sus nuevos prototipos eléctricos con este tipo de batería, y se espera que estén disponibles en el mercado en verano de 2020.

Baterías sólidas, el futuro de la telefonía móvil es un artículo de Blogthinkbig.com.