Las calles por las que avanza el coche son artificiales. Lo son en el mayor sentido de la palabra. Lo son las calles, el asfalto, los árboles que las flanquean, los edificios que las vigilan, el resto de vehículos y también el propio coche.

Todo forma parte de un entorno virtual creado a partir de computación gráfica. Pero esto es algo habitual. El calificativo de artificial se justifica especialmente aquí porque el cerebro que ha creado este escenario es un algoritmo de deep learning o redes neuronales.

El software ha sido creado por Nvidia, que además ha puesto a trabajar a su tarjeta gráfica Titan V en el proyecto. El plan ha sido combinar redes neuronales con los gráficos generados por ordenador. Para esto se empleó el algoritmo de Nvidia y el motor para la creación de videojuegos Unreal Engine 4.

El resultado ha sido un vídeo fotorrealista que muestra un limitado simulador de conducción de coche. Para lograrlo los responsables del proyecto han tenido que entrenar al algoritmo. Una tarea que han hecho con la ayuda de imágenes d conducción urbana procedente de diferentes vídeos.

A partir de la información que se le ha introducido a la IA de Nvidia, esta ha podido trazar por sí solo el escenario. La primera fase consiste en determinar el tipo de elementos que aparece en la información introducida. El cielo, los coches, los árboles o la carretera quedan marcados por el software. A partir de ahí se pueden generar gráficos por computación equivalentes a los reales.

La creatividad de una IA

Después de que la inteligencia artificial aprenda a crear los elementos básicos del cóctel toca combinarlos. Aquí es donde entra el motor Unreal Engine 4, que aso cia diferentes colores a los objetos según su clase.

La tecnología está aún en una fase embrionaria. Pero se han conseguido resultados sobresalientes, como es el automatizar la creación de un entorno virtual. En el futuro se podrá utilizar para la creación de videojuegos o para renderizar imágenes virtuales a partir de vídeos reales.

El hecho más destacado aquí tiene que ver con la automatización de la creación. La inteligencia artificial ya es capaz de realizar ciertas proezas artísticas , como escribir una novela o componer melodías. El algoritmo de Nvidia es otro ejemplo de cómo una parte de la creación puede dejarse en manos de las máquinas.

Imágenes: Nvidia

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